Date coscorrones contra la pared
Dedicado a los que se llenan de moratones
por darse cabezazos contra la pared
y tropezar mil veces en la misma piedra.
por darse cabezazos contra la pared
y tropezar mil veces en la misma piedra.
-Hay grados.
Y el día que batió todos los récords
en la dichosa gradación,
acudió a su memoria una frase -habló de mí en sus sueños Segismundo.
Hoy he ido al teatro,
he mezclado en una coctelera los ecos de La vida es sueño
con las sensaciones de este día de mi vida.
Me resulta gracioso que el resultado se reduzca a la anécdota de una frase, de un recuerdo.
Gracias a Calderón, en el cóctel predomina el sabor a mi vida sobre el sabor de la obra y quizá por eso, tras un día como hoy, los clásicos no me evoquen otra cosa que la grabación de un vídeo casero con un compañero del instituto dándose cabezazos contra el fotomatón del Saavedra. Y, en este momento, confieso abiertamente que toda la fórmula dramática calderoniana no me ha sugerido otra cosa. Para otro día entrar en pormenores sobre la adaptación, para otro día los elementos simbólicos del decorado, para otro día la filosofía. Hoy, esto es lo que hay.
Menos mal que mis alumnos no leen mi blog.
Menos mal que las cosas pasan,
menos mal la teoría de los mundos,
menos mal el tiempo, el existencialismo, el sueño,
menos mal los sueños, menos mal,
menos mal las meras sensaciones.
¡Qué pena que cuando uno tiene a mano
un jarrón con flores
se obstine en darse oscorrones contra la pared!
1 Comments:
jajajajaaaaaaa
Pero bueno, esto es lo que tienen los textos de interpretación tan abierta.
De todos modos, eres una buena comentarista. Los coscorrones cesan cuando uno quiere. Besitos españoles.
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