viernes, diciembre 09, 2005

Esencial y Secundario


En algún sueño tuve una visión de lo esencial. Mis ojos se cegaron momentáneamente hasta el despertar a la eternidad del día siguiente. Y es que, si lo esencial es invisible a los ojos, no se puede soñar con fuego.

Me he interrogado después en algunos ratos ocupados acerca de lo esencial, buscando regresar a aquel sueño. He dormido muchas veces y me he despertado con sobresalto asiéndome a un no sé qué esencial, que se esfumaba sin escrúpulos.

Sin embargo, todas mis pérdidas de equilibrio obedecen esencialmente a lo secundario. Debatimos acaloradamente aspectos secundarios sobre temas esenciales como Dios, la vida o las relaciones entre los hombres. El consultorio de mi almohada necesita unas vacaciones por cuestionamientos secundarios. La enseñanza secundaria obligatoria me parece secundaria...

Y vuelvo a mis sueños para preguntarles por lo esencial. Lo esencial me ciega, me interroga. Quiero darte lo esencial. A ti, mirada pícara de greguerías; o a ti, que esencial te desvelas y me descubres; o a ti, en este momento a través de una pantalla.

Y otra vez lo secundario. Divertimentos. Pasatiempos. Lo secundario: lo accesorio, lo anecdótico, ¡el Festival de los Complementos! Es secundario leer un libro de misterio, como lo es pasear y maravillarse con las luces navideñas. Las ideas secundarias se sientan en el banquillo de los mapas conceptuales. Los papeles secundarios del reparto soñaban con ser protagonistas olvidándose que eran esenciales.

En mis ratos ocultos de dedicación al centro reflexiono sobre lo esencial de lo esencial y mi cabeza se parece a la pecera de la primera hora en que las ideas nadaban como peces capturados por Gómez de la Serna. ¡Identifíquense! Peces reacios a mis órdenes, desfilan con disimulo, esenciales y secundarios, secundarios y esenciales. Ya me gustaría descubrirlos... Desafortunadamente mis ideas esenciales no aparecen en negrita y a menudo me producen confusión. Pero todo esto es secundario...

Espero que este texto no produzca sobre ti ningún efecto secundario, de lo contrario, habrá fracasado la esencia de su intención: lo secundario es pasar el rato, lo esencial es vivirlo.