Un instante de lluvia
Llovía fuera. Cuando las imágenes de la televisión acosaban mi imaginación y me cansé de las protestas del viejo reloj, a quien el tiempo le obliga desde siempre trabajar a ritmo veloz, decidí salir.
Al abrigo de los cotidianos soniquetes estridentes de las series de televisión, la lluvia marcaba el ritmo de mis recuerdos. Y allí, sentí el calor, me saludé sonriente y me sentí aliviada de haber descansado un instante.