Imperativo legal
Nos encontramos de nuevo, no quisiste venir. Sin embargo, sigues ahí gris, igual que siempre, ausente y te haces el despistado como cada día y yo también disimulo y tú lo sabes porque somos los dos igual de listos... o igual de tontos. Pues, al fin y al cabo ninguno de los dos mueve un meñique por acabar con esta situación insostenible. Mientras, fuera, algunos solucionan las cosas con informes y con tippex. Pero el caso es que miras alrededor y todo te es ajeno, te duele la espalda de cargar tanto libro, subes cada peldaño de la escalera sin tener que subirlo, te cansas otra vez de hacer cuadrado el círculo. Aquí estamos otra vez, como cada año. Tú y yo... por imperativo legal.